martes, 21 de enero de 2014

Informe Sombrío

La ONG Human Rights Watch denunció hoy que la acumulación de
poder por parte del Ejecutivo de Venezuela y el deterioro del
respeto a los derechos humanos intimidan a los opositores,
condicionan las decisiones del poder judicial y generan
restricciones a la libertad de prensa y autocensura en los medios,
reseñó EFE.



En el capítulo dedicado a Venezuela en su informe anual sobre el
estado de los derechos humanos en el mundo, presentado hoy en
varias ciudades, incluida Sao Paulo, HRW pinta un panorama
sombrío y no constata cambios con la llegada de Nicolás Maduro a
la Presidencia en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez en marzo de
ese año.


"El abuso policial, las condiciones carcelarias y la impunidad en
casos de abusos cometidos por miembros de las fuerzas de
seguridad continúan siendo materia de profunda preocupación",
señala esta organización no gubernamental defensora de los
derechos humanos.


HRW destaca el hecho de que el Gobierno venezolano haya
denunciado la Convención Americana de Derechos Humanos, lo cual
impide que los venezolanos puedan acceder a la Corte
Interamericana con sede en San José.


En cuanto a la justicia en Venezuela afirma que "en gran medida ha
dejado de actuar como un poder independiente del gobierno".


También analiza la actuación policial ante las protestas registradas
tras las elecciones de abril de 2013 por los cuestionamientos de los
resultados oficiales que dieron la victoria a Maduro y concluye que
hubo un "uso excesivo de la fuerza" y "detenciones arbitrarias",
además de que no se han aclarado las circunstancias de las muertes
registradas en ese contexto.


El problema de la violencia policial es "crónico" en Venezuela, según
HRW, que cita estadísticas oficiales que cifran en 7.998 las
personas muertas presuntamente a manos de miembros de las
fuerzas de seguridad pública entre enero de 2000 y los primeros
cuatro meses de 2009.


En cuanto a la libertad de prensa dice que el gobierno de Chávez
ejerció "en forma abusiva su potestad de regular los medios de
comunicación durante la última década" y menciona por su
repercusión los casos de Globovisión y Radio Caracas Televisión.


Ya con Maduro como presidente se efectuó una "investigación
administrativa contra ocho proveedores de Internet por haber
permitido que en sitios web se publicara información sobre el tipo
de cambio extraoficial", dice HRW.


"Si bien en algunos periódicos y estaciones de radio aún es habitual
que se critique enérgicamente al gobierno, se ha evidenciado la
autocensura por temor a represalias", señala.
El informe dedica un apartado a las condiciones de las cárceles
venezolanas, que, según HRW, "se ubican entre las más violentas de
América Latina" con "cientos" de muertes cada año.


Diversos factores, entre los que HRW menciona la superpoblación,
deficientes medidas de seguridad y falta de capacitación de los
guardias, "han permitido que pandillas armadas tomen el control de
las cárceles", agrega el informe.


La organización con sede en Washington recuerda por último que
desde hace años el Gobierno venezolano se niega a autorizar que
"expertos en derechos humanos de la ONU realicen visitas de
investigación al país".


En este apartado menciona que como miembro del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, Venezuela fue en septiembre de
2013 "el único país que votó en contra de una resolución que
condenó las violaciones de derechos humanos cometidas contra la
población siria".


Además critica el hecho de que los otros miembros del Mercosur, al
que Venezuela entró en 2012, no hayan exigido al Gobierno
venezolano el cumplimiento del "Protocolo de Asunción sobre el
Compromiso con la Promoción y Protección de los Derechos
Humanos", reseñó EFE

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